Para acabar como se debía, faltaba montarme en tus caderas para conocer el mundo en azul brillante y lo he descubierto, me dices que si me pongo de puntitas en tu ombligo puede cambiar a tonos morados frambuesa y no lo pense dos veces, haces de mis ojos en tu cuerpo un caleidoscopio y al mismo tiempo una constelación.
Llenas mi espiritu de tus frases valientes y reconfortas mi alma de ti, sólo de ti.
Empezamos bien como quién dice, y echamos por la ventana esos gritos silenciosos que no se hacen entre baldosas rojas. Ya no sé si las metaforas nos guardarán los secretos, pero estoy segura que tu boca no habla más que para decirme flores.








Te he hecho el amor más de mil veces en sueños 

& quiero 

aprender a quitarte la ropa sin cerrar los ojos.